Estoy en el avión de regreso a España, con 12 horas de viaje por delante y después de tres fantásticas semanas por Argentina y Uruguay.
De Argentina me llevo, el asado, el mate, las cervezas de litro, los mares de verdes llanuras, su tremendo potencial, su inmensa extensión, la cercanía de la gente y sobre todo las apasionadas conversaciones con programadores de aplicaciones empresariales.

Vuelvo ilusionado, vitaminado y muy agradecido al trato que me han dado todas las personas con las que he compartido, tiempo, te y asado mucho asado.Las distancias en Argentina no son las de España, de norte a sur estamos hablando de un país que tiene 3.600 km, una de mis mayores sorpresas fue observar lo dispersa que se encuentra la comunidad de Velneadores en este país y los difícil que sería poder concentrarla en Buenos Aires.Fue una sorpresa y una alegría recibir en nuestro encuentro de Velneadores en Buenos Aires, a empresas y programadores que venían de diferentes y lejanos puntos del país. Echamos de menos a muchas empresas que no pudieron acudir por problemas logísticos y esperamos encontrarnos con ellas en próximas ocasiones.

La comunidad argentina tiene muchas ganas de crecer, unirse y compartir, esta fue una primera oportunidad para hacerlo. Allí nos juntamos con empresas que llevaban un año con Velneo y con otras que trabajaban con nosotros desde hace seis.Durante más de cinco horas compartimos experiencias en Velneo y en el negocio del software empresarial, un tiempo ameno, intenso y muy productivo donde pude aprender sobre como se hacen negocios y usan la plataforma en esta parte del planeta.

La programadores Argentinos me hablaron de la importancia del la comunidad, lo bueno que consideran el foro, las Open apps y eventos Online como Life Is Soft.Al final del evento los valientes se pusieron delante de la cámara para compartir experiencias con todos nosotros.
Sólo puedo dar las GRACIAS por el tiempo compartido.