Estamos inmersos en un mundo de multiplicidades y en lo que refiere a la industria del desarrollo de software se encuentra en su máxima expresión. Se dice que esta industria es la que mayor nivel de estudio continuo requiere por la cantidad y velocidad en los cambios que se dan casi que diariamente.
¿Y eso que tiene que ver con escritores?. Y si a un escritor lo ponemos en un mundo donde su herramienta principal, la máquina de escribir (suponiendo que no escribe en un PC), tiene tantas “características” que tendría que dedicar más del 70% de su tiempo creativo a entender y aplicar correctamente las funcionalidades que cada máquina le pone como “beneficio”. Si si, premios nobel de literatura estarían pendientes de entregar todavía y sin dudas que estaríamos viviendo “100 años de soledad literaria” (pequeño recuerdo a un grande de la literatura).
¿Le sumamos ahora las editoriales?, que en definitiva son el sistema operativo para que el lector pueda disfrutar de esa obra de manera ordenada y con esa linda sensación de placer de estar inmerso en la historia que esa obra transmite. Sin dudas que el escritor por si solo no lo podría lograr, al menos en una vida.
¿Y ahora, qué diferencias encontramos con lo que un programador “sufre” al momento de escribir su obra?. Pongamos esto en un punto de comparación con un escritor. Necesitamos una herramienta (máquina de escribir) que nos de la seguridad que nuestro proceso creativo se refuerce a cada paso y no que se torne una carrera de obstáculos y desafíos para conseguir con éxito nuestro objetivo.
¿Y qué hay de nuestras “editoriales”/sistemas operativos (Windows, Linux, Android, Mac)?, si bien en este caso tenemos injerencia en la forma en que nuestra obra sea vista por el “lector”/usuario final, la cuestión es que deberíamos desentendernos del cómo en la mayoría de las funcionalidades.
Por eso desde mi punto de vista, debemos focalizarnos en crear las soluciones sencillas y consistentes con la realidad que nos plantean nuestros clientes porque de algo estoy seguro, Velneo me liberará el camino para que el despliegue sea un proceso natural en cualquiera de las plataformas que nuestros clientes tengan.
Artículo escrito por Enrique Mastalli de Essentia.
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